Introducción
En los años noventa, mientras participaba en diversas actividades dentro de asociaciones tales como el Centro de Estudios Públicos (CEP), tuve la ocasión de conocer de cerca el pensamiento directo de hoy connotados personeros en el mundo de la política, la economía y las empresas. Vastos e inconmensurables currículum eran la tónica de las presentaciones previas a los discursos, las charlas o ponencias. Los conferenciantes exponían detenidos y complejos modelos económico-matemáticos extraídos de teorías europeas, americanas o británicas demostrando que la solución a los problemas tanto mundiales como locales era una posibilidad real y no una utopía. Así conocí, desde naranjo, a personas como Sebastian Edwards Edwards, a Arturo y Juan Andrés Fontaine, etc.
En otra oportunidad, a la cual fui invitado a otra sociedad conformada por profesionales de Tesorería, decanos de universidades, ex embajadores de la Santa Sede, así como ex militares de alto rango y vinculados al mundo de la Economía Global, un ex coronel de Ejército, quien había servido en CORFO con un alto cargo, presentó una matriz matemática compuesta por diferentes variables que permitían estudiar y resolver el origen de la pobreza, la cual sacó aplausos y fue propuesta como una solución matemática a la pobreza.
En los años noventa, numerosos profesores míos universitarios, hoy dedicados más al mundo de las empresas, pregonaban entonces múltiples soluciones y modelos matemáticos basados en estudios empíricos, que incorporaban la tecnología de vanguardia, que –según ellos- permitirían resolver el tema energético del mundo, mediante una energía inagotable, limpia, y sobre todo, lejos del petróleo y de la producción de electricidad por medio de Centrales Hidroeléctricas o de Energía Nuclear.
Retrocediendo un poco más atrás, hacia fines de los años setenta y en la década de los ochenta, tuve la oportunidad de conocer, en la ciudad de Concepción, también desde “naranjo”, a entonces profesores o apoderados que hoy están en el mundo de la política y en el parlamento quienes divulgaban casi delirantes fórmulas para distribuir la riqueza y dar trabajo a todo Chile.
Con el tiempo, y pese a que los currículo de estas eximias personas se engrosaban, necesitándose una resma entera de papel oficio para imprimirlos, noté en todas ellas –sin excepción- la aparición de un cuadro patológico o quizá psicopatológico asociado con su identidad y su memoria; cuadro clínico que espero patentar porque corresponde a uno de mis más brillantes descubrimientos científicos: la Politikos Amnesie Lacunar-Gudjonsson, o más sucintamente, la Politikos Amnesie.
Quienes padecen de esta patología que afecta fundamentalmente la memoria pasan, de grandes genios en su lex artis y desarrolladores de “modelos económico-matemáticos”, a personillas que carecen de la capacidad de hilar frases coherentes o de dar respuestas cuerdas o que concuerden con las preguntas que les han sido formuladas. De dioses con memoria pasan a ser simples batracios.
Un nuevo y moderno Trastorno de la Memoria
Luego de muchas horas de consultar, en nutridas bibliotecas especializadas, los voluminosos estudios de psicoanalistas del tenor de Otto Rank, Ernest Jones, Sándor Ferenczi, Hanns Sachs, Sigmund Freud, Karl Abraham y otros maestros en el arte de las enfermedades de la psiquis llegué a la convicción que estaba a punto de descubrir un nuevo tipo de amnesia, gatillada por un hecho traumático. En efecto, la amnesia se define como el trastorno del funcionamiento de la memoria, durante el cual es incapaz de conservar o recuperar información almacenada con anterioridad. Las causas pueden ser orgánicas o funcionales. Entre las causas orgánicas encontramos el daño cerebral, causado por enfermedades o traumas, o por el uso de drogas y sedantes. En las causas funcionales encontramos factores psicológicos, tales como mecanismos de defensa, tales como la amnesia histérica postraumática, la TGA o amnesia transitoria global, etc. Por otro lado, los especialistas han determinado que la amnesia lacunar corresponde a la pérdida de memoria gatillada por un evento específico. Finalmente, la amnesia del tipo Gudjonsson es mas bien un síndrome de desconfianza en la memoria donde la persona es incapaz de confiar en su propia memoria.
No cabía duda entonces, mis investigaciones habían dado con una nueva variante patológica de la amnesia, la cual tenía entre sus víctimas a políticos, empresarios, economistas y notables ex científicos. Todos sus anteriores recuerdos eran súbitamente eliminados de su consciente cuando, luego de haber sido simples ciudadanos, eran nombrados senadores, emitentes profesores o catedráticos de la UCLA, ministros, contralores, representantes empresariales y políticos. Este hecho traumático de su nombramiento, como diputado, senador, ministro, etc., gatillaba la aparición de esta variedad de Amnesia, en que el paciente es incapaz de recordar lo aprendido con anterioridad. En pocas palabras, la Politikos Amnesie se manifiesta con el tipo de Amnesia Retrógrada que es aquella que impide recordar eventos que hayan ocurrido antes del comienzo de la enfermedad.
Brote Epidemiológico de “Politikos Amnesie” entre las Instituciones del Mundo
Gracias al pormenorizado estudio que he realizado sobre esta enfermedad, pude notar además que ella constituía un Brote Epidemiológico pero cuyo contagio no era generalizado entre la población, sino que actuaba entre portadores específicos. La Politikos Amnesie sólo se inocula y opera cuando una persona aparentemente inteligente y con nutrido currículo es nombrada en un alto cargo gubernamental o es considerada como un eximio abogado o empresario influyente. Entonces sobreviene este tipo de amnesia y la víctima es incapaz de recordar los antecedentes más mínimos y lógicos que antes eran su fuerte. El lector podrá argumentar que exagero, de modo que he aquí unos pocos ejemplos, aunque los ciudadanos del mundo podrían dar muchos más.
Para optar al cargo de Director Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), la institución pide que el candidato posea una distinguida trayectoria en la formulación de políticas económicas en altas esferas; que demuestre entendimiento en materia política de los diversos países miembros; que pose sólidos valores, compromiso firme, aprecio por la cooperación multilateral, capacidad de actuar de manera objetiva e imparcial, etc., todas características que no dudo que el señor Dominique Strauss-Kahn tenía antes de su nombramiento. Más, bastó su designación en el cargo y empezaron sus malas gestiones no sólo en cuanto a la política monetaria que hoy tiene a Europa y EEUU sumido en un total descalabro e incertidumbre, sino también en el ámbito valórico: de un economista y cuidadoso analítico de las condiciones políticas imperantes, el señor Strauss-Kahn pasó a ser inoculado con la Politikos Amnesie y se transformó en un acosador sexual de periodistas y violador de mucamas feas y con VIH.
Similar cosa sucedió con Arnold Schwarzenegger quien era un actor conocido, con una feliz familia. No hizo más que ser nombrado Gobernador de California, para que fuese alcanzado por el brote epidemiológico de la Politikos Amnesie, y entonces cambiara a su legítima esposa por una eruptativa latina de facciones “travestiles” con quien tuvo además un hijo. Y tal como este tipo de Amnesia, que incluso le quitó el sentido del gusto y atractivo por las mujeres, se inoculó con su alto cargo, se produjo el milagroso retorno a la normalidad sólo ahora cuando dejó el cargo de Gobernador. Sin su puesto, recobró la cordura, abandonó a “travestín” para notar recién que amaba entrañablemente a su legítima familia.
En Chile, sin tener que ir muy lejos, tenemos nuestras propias víctimas de esta clase de Amnesia. Uno de tales casos –que me sorprendió mucho- fue el de Sebastián Edwards. El ha sostenido una gran y entretenida crítica en contra de las políticas monetarias y en contra de las formas de gobierno latinoamericano (con lo cual coincido plenamente). Más, cuando le pregunté hace tiempo atrás “cuál era el monto en millones de dólares que ingresados en corto tiempo a Chile, por ejemplo, un mes, devaluaba el precio del Dólar a un 75% de su valor”, el señor Edwards me contestó que él no sabía esta respuesta porque en la UCLA él era un economista más bien teórico. Sin embargo, hasta el presente, cuando publica uno de sus libros novelescos, me envía correos electrónicos para que se los lea y formule críticas.
Otro caso destacado de Politikos Amnesie es el de aquellos obispos que fueron atendidos tiernamente por el sacerdote Fernando Karadima. Cada una de aquellas víctimas sufrió la tortura física y psicológica de este cura delirante y enfermo, pero una vez nombrados como obispos o en cargos de alta investidura, sufren los efectos de la Politikos Amnesie olvidando todo abuso deshonesto o hechos traumáticos del pasado, a tal punto de llegar a defender a quien fue su agresor.
Similar caso se ha podido comprobar con las personas que sufrieron en carne propia, entre sus hermanos y familiares, los atentados en contra de sus DDHH durante la época del Gobierno Militar en Chile. Pese a que todos los antecedentes y hechos han sido comprobados por la Justicia Militar y por la Justicia Civil, sin embargo, ninguno de los familiares sobrevivientes han interpuesto las demandas en contra del Estado, sobre todo ahora que los abogados de DDHH, designados por ellos, hoy ocupan cargos de diputados y obtienen sueldos mensuales que no son inferiores a los US$ 25.700 dólares. Tanto en los familiares de quienes sufrieron la represión como entre los abogados de DDHH, hoy diputados, se manifiestan los síntomas de este brote epidemiológico.
Del mismo modo, todos los senadores y diputados de la Concertación, quienes hoy se oponen abiertamente al Proyecto Hidroaysén, sufren los efectos de la Politikos Amnesie, pues todos ellos han olvidado de un día para otro que ellos mismos fueron los que impulsaron y aprobaron parcialmente, etapa por etapa, esta idea hacia marzo de 2004, cuando la empresa COLBUN tuvo claro los sectores y áreas que requería para montar su funesto proyecto.
Otra de las afectadas por esta amnesia ha sido la diputada Karla Rubilar, con quien la abogada Ruzy Mitrovic sostuvo numerosas reuniones sobre el Caso Nutricomp ADN, determinando ella misma –como médico especialistas que figura en su CV- que no es posible que alguien pueda fallecer por Hipokalemia por responsabilidad del fabricante sin responsabilizar primero al médico tratante. Más, víctimas de la Politikos Amnesie, la honorable y joven diputada, por mas esfuerzos que ella hace, no logra recordar ni poner en la práctica la Lex Artis médica aprendida, como tampoco ha recordado el cómo elaborar una carta de respuesta a la abogada Mitrovic; pese a que la Dra. Rubilar recibe los casi US$ 25.700 para ello y para contratar asesoría.
Finalmente, y como “guinda de la torta” están el comportamiento anómalo de Ramiro Mendoza Zúñiga, Contralor General de la República de Chile, y de los ministros de la Corte de Apelaciones de Santiago respecto del tema legal que involucra decretos y reglamentos claramente establecidos, referente a los aceites Omega 3 con o sin minerales como el Fierro y el Cobre, dentro de caso de producto Leche Purita Mamá de Watt´s S.A. Todos los personajes nombrados están en posesión del título de abogado, sin embargo, a la hora de fallar o de emitir pronunciamiento sus respuestas son dignas de análisis: el Contralor General de la República contesta que se abstiene de emitir pronunciamiento, mientras los ilustrísimos miembros de la Corte de Apelaciones se declaran incompetentes para emitir fallo por tratarse de una materia que para ellos es “ininteligible”. La única manera de comprender estos hechos es que tan eximios abogados hayan sido alcanzados por el inexorable brote epidemiológico de la Politikos Amnesie.
Conclusión
Cuando usted, como ciudadano, reciba una contestación absurda o incoherente de parte de sus autoridades, o si la sentencia emitida por un juez no corresponde al tema de fondo de su querella o demanda, pese a que el curriculum de tales ministros, jueces, diputados es tan abultado y nutrido como la Santa Biblia, yo le solicito que por favor no lo juzgue o critique sin fundamentos de base: sepa usted que aquel personaje ha sido víctima de aquella desagradable enfermedad, correspondiente a un brote epidemiológico, que hoy doy a conocer bajo el nombre de Politikos Amnesie Lacunar-Gudjonsson.